jueves, 9 de agosto de 2012

SIEMPRE CON GANAS


 Todo en una madrugada de un estrenado día 4 de agosto. Muy cerca del mar, sobre un tejado en pijama, esperando una llamada y una luna llena, colmada de dieciocho motivos para las dieciocho primaveras.
 Las dieciocho primaveras de Lady Madrid, con pelo largo y tacones infinitos como la sonrisa. Dieciocho primaveras de esa parte del dúo, a la que puedes llamar Maripuri, Pili o una de las Superhermanas que no son, si una no está.
Mi amiga, esa que dejo de ser compañera en un intercambio de pulseras, esa que no quiere sentirse vulnerable pero necesita mimos en días tontos, la que mata los días tontos con noches de fiesta, la que sabe que estamos aquí para ser felices y dejar huella. Esa con la que puedes encontrar mil soluciones para llevar a cabo el asalto al mundo.
Dudas y planes de los trece retomados a los dieciocho. No había jersey de rombos pero si una camiseta con los mismos colores que marcaba el límite del cielo.
Cambió la banda sonora, ya no éramos gigantes ni estábamos locas por unos locos, éramos superhermanas y nos moríamos por los flacos.                              
Dos personas felices orgullosas de su desastre, unidas por la mierda, pegadas con sonrisas, canciones y fotografías.
 Dos amigas fieles al café con cookies en la Gran Vía y a su botella de Malibu a palo seco por fin de exámenes.
Tanto y tan igual. Noches sin hotel durmiendo en bancos de la playa, relojes atrasados y fiestas que se alargan. Amigos y amores que pasan, calan hondo y se marchan.
Una vida que deja de ser tomada en serio para tomarse en un vaso de vozka y otro de mojito.
Un conjunto que sigue y se arrugará  tomando el sol de cualquier ciudad. 
Un par de amigas y un FELICIDADES en unos eternos DIECIOCHO.


Que no llegué la primera pero me quedaré hasta el final con ella, dos estrellas y media de mi corazón, el tesoro mejor guardado en mi ISLA bajo el mar

D E    A Q U Í   A L   C I E L O. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario