HISTORIAS
QUE ESTARÁN SIEMPRE AHÍ AUNQUE NUNCA VUELVAN. Caló
el Otoño y esa manía tan suya de hacernos recordar, de enfriarnos las manos y
helarnos el corazón. De llevarme hasta
ti. Y ahora llueve. Llueve mucho y dicen que es por cantar, y yo canto más
fuerte. Para no escuchar, para encontrar.
Encontrarme
buscándote, perdiéndome encontrándote.
Y le digo a esa canción que
no suene, por favor, que su melodía da más vértigo que tus alturas. Fallo y las azoteas me enamoran. Y sigo
soñando bonito, con un ático en Paris, que desde que leí que Amèlie existe suena
mejor. Y crece la esperanza, me sirven un café y me tomo la ilusión.
Beaucoup de choses mourront, mais
le romantisme jamais. Je suis sûre