sábado, 7 de julio de 2012

ESTE ADIÓS NO MAQUILLA UN HASTA LUEGO.



 No era el chico de las poesías, ni Chuck Bass, tampoco era Noah. Pero escribía cosas bonitas, su pajarita con estampado de cachemir me cautivó, y buscó la perfección para escribir en un diario cercano al mar. Una camisa azul con toques de verano, el sol como las ganas de besarle habían quemado mi piel, un vestido negro, dos discotecas, tres escusas y la mejor convicción.
  Pero ya sabes lo que dicen de los huracanes, pasan, arrasan y se van. Y yo no quiero pensar en una canción que no fue, no quiero ver un tweet marcado como favorito, ni mucho menos quiero pensar en ese verano que deseamos y que en Madrid, aunque me pese, por todo, sabe un poco a mierda y reproches. Tampoco quiero pensar en opciones, ni ilusiones. Una explicación debida, un adiós y buena suerte en un camino paralelo. Un busca, pierde y vuelve a buscar que se quedó en eso, lo que pudo y no fue. Cuatro besos de madrugada para cuatro meses de palabras quien sabe si forzadas. 

                                          Importante quizás, error seguro. Au revoir MON amour
  

viernes, 6 de julio de 2012

Someone like YOU.


 Tu tan "si bailo solo, nadie me pisara los pies" y yo tan "llévame al baile, písame los pies y muérdeme la boca"
Tan, tan, tanto que no puede ser.

martes, 3 de julio de 2012

MADRID, OLOR A MAR INEXISTENTE


Aquí estamos. Así seguimos. Con un pie en la universidad, entre papeles, viendo el  verano pasar. Ese verano, el de nuestras vidas.

GANDÍA queda lejos. Se va llena de momentos, con moreno en la piel y arena en la memoria.  De noches de fiesta y tacones, de baños al amanecer desnudos, un beso de buenas noches por la mañana y un buenos días al mediodía. El puerto y todo lo que allí dijimos, los bailes encima de la cama, las quemaduras no solo del sol, éramos cinco un huracán con ganas de volar, de crecer, cinco que no dejan de ser niñas. Y es que por muchas razones, opciones y desilusiones encajonadas en un bolso de paja los grandes días de Gandía nos calaron hondo. MUY HONDO.

Lo de la ciudad de siempre es distinto, una sorpresa en cada viaje. Y ahora, con tonos distintos se aleja en una Sanjuanera. Redescubrir las diferentes formas en las que SORIA te hace subir a Soñar en una noche bajo las estrellas, un beso de San Juan, una sudadera azul. La vuelta a casa con el amanecer, los recuerdos enlatados en un caballito de azúcar…  Si esas cosas, todas esas cosas que la hacen la Gloria de España, como decía una vieja canción de verbena.


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       Hablo de viajes, de ciudades con sentido.Pero los besos se me quedan grandes y más si son en Madrid y a estas horas, que no son para querer a nadie.