Sonaba una de esas canciones que
años atrás me ponía los pelos de punta, que me había hecho volar y aún ahora lo
seguía haciendo. Una canción que provocaba el mismo efecto que él.
En una de esas tardes con una pila de libros apartados, canciones
tristes, recuerdos escondidos, veranos
que no llegan y viajes infinitos.Concretamente en el suspiro de las 7 habían
aumentado las ilusiones, el “noseque” y los besos por dar. Había aumentado esa sensación
de reír, de bailar y de mas soñar, soñar esperando ese junio, septiembre y diciembre, que este año, más que nunca, se estaban haciendo de rogar.
Que te espero aquí, por la segunda
canción a la derecha doblando con el sueño tercero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario