Soy uno de aquellos, que no, uno de tantos.

   Sí, soy de esas que en plena adolescencia, siguen sentándose en el brasero cerca de su abuela a escuchar historias de una vida, de cómo amar en tiempos revuelto y caminar hacia donde el corazón te lleve. De esas para las que el domingo sigue siendo un buen día de la semana, distinto, pero de encuentro, de las que valoran los días familiares, su familia. Soy de la navidad y su magia. De esos que siempre serán los pequeños.  Soy de las que se fijan en el antaño para mejorar el hogaño, de las que revuelen viejas fotos para reabrir heridas. De las utopías, los sueños por cumplir, de las que creen que la palabra quimera no se debería aceptar, soy de los que dicen que los imposibles también existen.De las que desean cambiar el mundo y no solo con sonrisas, si no con actos y revoluciones. 

  Soy de esas que creen que De Aquí Al Cielo no hay distancia, sino esperanza. De las que creen que son mas guapas cuando no se sientes feas, que crecen cerca de las vías y que hay que ser loco para sobrevivir a la locura de la vida. De las que crecieron en una burbuja sin distinguir que era fantasía o realidad, de las que tienen que dar gracias por tantas cosas y de las que necesitan la paz de unos ojos determinados. De las que desean cosas imposibles y de a las que cada viernes como siempre la esperanza les dice que hoy quizás sí. Soy de las que no creen en el destino pero esperan a que la vida vuelva y les sonría, de los que no dejan que llueva dentro de ellos, pero se reconocen algo insoportables. De  las que aman la música y a las personas.

  Soy de las que dividen el corazón en dos: ese Madrid de las letras, con su clasicismo burgués renovado,  el tránsito de gente y luces de la ciudad. Entre la metrópoli  y esa pequeña, la gloria de España, tierra de poetas y sonrisas, de recuerdos y olor a frío, soy de las que cuando pueden suben como Bécquer, Machado y Gerardo Diego a Soria, a soñar.

  Soy de mi familia, mi origen, mis amigos, el colegio de la puerta verde y todo lo que esto conlleva. Soy de aquellos que marcaron mi personalidad, de las que defienden la moda como personalidad y las letras como el alma de las personas, soy de las personas y sus ideales, no se sus partidos.  Soy de la ilusión, la “arete” y las ganas de volar.